La Comunidad estaba conformada por las Religiosas: Esperanza Jorge Rodríguez, Judith Valdivieso Hidalgo, Laura Inés Pabón Clerque.
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La llegada de las Religiosas Mercedarias Misioneras a la ciudad de Guayaquil, fué un acontecimiento de gran trascendencia en la vida religiosa, cuya vitalidad carismática y generacional permitieron hacer posible la misión educativa en esta ciudad.
Llegaron en mayo de 1960 para servir a las familias guayaquileñas en la tarea de educar a la niñez y juventud.
Fueron recibidas por la generosidad de los padres mercedarios y un grupo de damas, quienes prepararon la primera residencia en las calles Córdova entre Urdaneta y Mendiburo. Eran ellas: Doñas María Luque de Rodhe, Laura Monroy de Arosemena, Rosa Baquerizo de Noboa, Piedad Baquerizo de Illingworth.
La Comunidad estaba conformada por las Religiosas: Esperanza Jorge Rodríguez, Judith Valdivieso Hidalgo, Laura Inés Pabón Clerque.
Lutgarda
Fundadora
Gracias a nuestra Fundadora LUTGARDA quién La iglesia la reconoció como la primera mujer con decisión y constancia que dió empuje al fiel encargo de María de la Merced. Su vocación de Mercedaria, sustituye la redención de cautivos por la liberación de la mujer a través de la enseñanza, sueña en escuelas donde las niñas reciban una formación humana y religiosa. Vivió su vida desinteresada a los preferidos de Dios, ofreciendo la libertad de Cristo a quienes sufrían por la ignorancia, las injusticias y las opresiones de aquel tiempo.
150 años
Desde entonces ya tenemos más de 150 años de fundación y fuimos cautivadas por Lutgarda que nos enseñó que gracias a sus años de constante ejemplo de valores, demostrando la solidaridad, la bondad y el amor como principal fuente de nuestro constante vivir, anhelando lo mejor para todo el mundo y colaborando, no con un granito de arena, sino con todas nuestras fuerzas bajo la bendición de nuestra MADRE DE LA MERCED, que así como a Lutgarda le encomendó una misión, nosotros nos hacemos eco de ella y continuamos cúal ola del mar que nace y muere en la orilla en un incansable ir y venir pregonando el amor de Dios y de la Virgen demostrándolo en nuestro comportamiento y modo de
Las clases iniciaron el día 4 de mayo de 1960 empezando con Pre-Escolar, Primero y Segundo de la Sección Primaria.
Iniciaron la construcción del actual colegio, en terreno comprado a la Junta de Beneficencia de Guayaquil de la hacienda Atarazana, actualmente Avenida Kennedy a la entrada de Urdesa.
Al terminar este primer año escolar, tuvieron que cambiarse de residencia a una más cómoda y amplia; en Tomás Martínez frente a la clínica Guayaquil donde permanecieron hasta el año lectivo 1963 – 1964 con sexto grado de Primaria y para este tiempo ya habían incrementado la Comunidad con el aporte valiosísimo de otras religiosas, entre ellas, Madres: Magdalena Martínez Muñoz, Mercedes Gavilanes, Adoración Vélez y otras.
Se trasladaron al nuevo establecimiento y gracias a Dios fueron incrementando alumnado, porque las familias confiaban en las madres mercedarias y su obra redentora.
Durante los años siguientes, ingresaron nuevas religiosas, igualmente grandes colaboradores laicos han hecho posible el sueño de la merced siendo cauce de expresión libre para hacer honor a la misión mercedaria y ser fiel al carisma como don preciado de la familia religiosa.